
Tanto si eres diseñador, desarrollador de productos o responsable de control de calidad, conseguir una buena combinación de colores es fundamental para el éxito; pero lo que eso significa puede variar en función de tu función. Comprender cómo funciona la concordancia de colores y cómo pasar del diseño del color a su ejecución es clave para mantener la coherencia de la marca, la calidad del producto y la satisfacción del cliente.
En este post, exploraremos:
En su forma más simple, una buena combinación de colores significa que dos colores parecen visualmente idénticos, o casi, cuando se colocan uno al lado del otro. En los campos creativos, esta similitud visual suele ser juzgada subjetivamente por los diseñadores o los clientes, y puede verse influida por el espectador, la iluminación, el fondo y las condiciones ambientales.
En estos contextos creativos, términos como paleta de colores y combinación de colores son fundamentales:
Entender cómo construir y utilizar paletas y esquemas es esencial para los profesionales que trabajan con el color para evocar emociones, definir la estética o crear atractivo visual. Para estos profesionales, una buena combinación de colores significa que el producto final se ajusta a la intención original del diseño y resuena en el público objetivo.
En la fabricación, la coincidencia de colores es algo más que estética. Es cuantificable, repetible y reproducible entre lotes, proveedores y materiales. Una buena igualación industrial del color cumple unas tolerancias de color específicas basadas en la medición objetiva del color, garantizando la coherencia a pesar de las diferencias ambientales o de materiales.
Pero no siempre significa conseguir la combinación más perfecta posible. En muchos casos, una “buena” combinación de colores es aquella que equilibra múltiples prioridades:
Además, la igualación industrial del color debe tener en cuenta fenómenos más complejos, como el metamerismo (cuando los colores coinciden con una fuente de luz, pero no con otra) y la constancia del color (la percepción de un color se mantiene constante con los cambios de iluminación).
Por ejemplo, los colores básicos de una marca global de ropa deportiva deben parecer coherentes en todas las colecciones de ropa, calzado y accesorios, incluso cuando estos artículos se produzcan en materiales diferentes y por proveedores distintos. Sin un control preciso del color, las pequeñas diferencias pueden erosionar el reconocimiento de la marca y dar lugar a costosas repeticiones.
Por eso las industrias confían en herramientas y técnicas de igualación del color basadas en la ciencia del color.

Dar vida a una visión creativa en la producción suele ser más complejo de lo que parece. Aunque las paletas de colores y los sistemas de marca sirven como puntos de partida esenciales, se basan en un juicio visual subjetivo. Esto se convierte en un reto cuando esa visión debe reproducirse con precisión y coherencia a escala.
Los equipos de diseño pueden empezar con muestras físicas, envoltorios de hilo o impresiones que transmiten la intención del color, pero carecen de la especificidad y estabilidad necesarias para la fabricación. En situaciones ideales, estas referencias visuales están vinculadas a normas de color. Pero incluso las normas de color pueden quedarse cortas a menos que se dominen con datos de color digitales inquebrantables que permitan un control objetivo.
La brecha entre el diseño y la fabricación es más evidente cuando la apariencia de color varía debido a diferencias en el sustrato, la textura, la iluminación o el proceso. Por eso las normas digitales de color son indispensables en los entornos industriales. Ofrecen un objetivo compartido y cuantificable que unifica a diseñadores, desarrolladores, proveedores y equipo de producción, garantizando resultados coherentes en toda la cadena de suministro.
Sólo subjetividad:
Aunque las normas de color definen las expectativas visuales, es la integración de datos de color digitales y objetivos lo que hace que esas expectativas sean alcanzables. La igualación industrial del color tiene éxito cuando la visión creativa se apoya en procesos objetivos de gestión del color.
Una igualación de colores industrial fiable depende de varios componentes básicos, todos los cuales se benefician de las herramientas de igualación de colores:
No puedes gestionar lo que no mides. Dispositivos como los espectrofotómetros cuantifican cómo refleja la luz una muestra, ofreciendo comparaciones objetivas independientemente de la textura, el material o la iluminación. Esto constituye la base de una igualación precisa del color.
Una vez definido un color objetivo, los fabricantes deben determinar cómo reproducirlo utilizando los tintes o pigmentos disponibles. El software de formulación de colores predice la receta óptima para alcanzar el objetivo, equilibrando la precisión con limitaciones como el coste, la conformidad o la disponibilidad de materias primas.
El control de calidad del color tiene lugar a lo largo de todo el proceso. Comienza cuando se reciben las materias primas, continúa durante la producción y termina con las comprobaciones finales. Las muestras se miden y se comparan con las normas para garantizar que cumplen las tolerancias requeridas. Cuando los colores se salen de esos límites, las herramientas de corrección del color ajustan la formulación para que vuelvan a estar dentro de lo previsto. Soluciones como Datacolor Colibri ayudan a resolver los problemas rápidamente y a mantener la consistencia del color en todas las fases.
En las operaciones globales, la comunicación digital del color es esencial. Compartir las normas digitales de color, los datos de las muestras medidas y los resultados de la formulación garantiza que todas las partes interesadas estén alineadas, reduciendo los retrasos y las repeticiones. Cuando se integra en sistemas empresariales como las plataformas PLM o ERP, el software de gestión de color puede agilizar las aprobaciones, acelerar los flujos de trabajo y mejorar la colaboración entre los equipos de diseño, abastecimiento y producción.
Las comprobaciones visuales de coincidencia de color siguen siendo importantes, pero deben realizarse en condiciones estandarizadas. Las cabinas de luz proporcionan entornos consistentes y controlados para evaluar las muestras bajo distintos escenarios de iluminación, lo que hace que las aprobaciones finales sean más fiables.
Conseguir una coincidencia de color correcta no es sólo un reto técnico, es un imperativo empresarial. Una correspondencia de colores precisa ayuda:
En todos los sectores, la precisión de color desempeña un papel fundamental para garantizar la coherencia de la marca, la calidad del producto y la satisfacción del cliente. Desde los bienes de consumo hasta los componentes industriales, una falta de coincidencia de color puede retrasar los lanzamientos, aumentar los costes o minar la confianza.

La paleta de colores de un diseñador marca la pauta, pero es función de los gestores del color, los equipos de calidad y los especialistas en producción hacer realidad esa visión. Invirtiendo en herramientas de correspondencia de colores y procesos objetivos, las organizaciones acortan la distancia entre el diseño y la fabricación.
Tanto si trabajas en el desarrollo de productos como si gestionas operaciones de color, comprender cómo funciona la igualación de colores, y por qué es importante, es esencial para ofrecer productos consistentes y de alta calidad.
Cuando los datos se unen al color, la inspiración se une a los resultados.

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